lunes, 10 de octubre de 2011

III

“    En realidad, no puedo evitarlo, soy incapaz de verlos tan juntos, tan acaramelados, a pesar de que hace ya un tiempo y debería tenerlo asumido. No soporto pensar que podría haber sido yo la que le va de su mano. Aun así, me alegro por ellos, supongo. Se les ve adorables desde un punto de vista objetivo.
    Me dolió. Me dolió cuando Lou me lo contó por teléfono una noche a las doce. Me dolió que Findley no me lo contase hasta después de dos días. Me dolió el hecho de que, por un momento, había pensado que él sería mi romance. Me dolió darme de bruces contra mi propia ficción. Me dolió tanto que ni mi música me relajaba, ni escribir me desahogaba, ni mi padre, que siempre lo hacía, conseguía hacerme reír.
    Ahora pienso probar un paseo por la cala, ya que hay un 99% de probabilidades de que me encuentre con Findley si salgo a leer a la terraza.
                                                                           M~”


    Por el camino, Maya se topa con unos ojos miel, que ya conocía de algo, tras un casco de moto y con los que se establece un juego de miradas que, finalmente, le planta una sonrisa en la cara y brillo en los ojos.
    Se topará con él varias veces, y esto se repetirá otras tantas.

3 comentarios:

  1. Vengo de otro blog en el que estabas enlazada. Y me encanta con lo que me he encontrado. Qué linda manera de escribir y de transmitir.

    Te sigo!

    Besos
    Lourdes

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  2. Un 1% de probabilidades son suficientes.

    Me gusta tu blog ;)

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  3. Que lindo :)
    Me encantan los juegos de miradas!

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